lunes, 4 de junio de 2012

REVESTIMIENTOS PARA COLADAS


REVESTIMIENTO
Las pérdidas de tejidos dentarios ocasionadas por caries traumatismos u otras causas, en muchas ocasiones tienen amplias extensiones por lo que las restauraciones de ellas, debido a su tamaño, se ven expuestas a grandes esfuerzos, generados por la función neuromuscular, ya sea normal o patológica; esta realidad hace necesario usar materiales que posean características mecánicas superiores en cuanto a rigidez, límite proporcional y tenacidad; lamentablemente los materiales restauradores de obturación directa, o sea aquellos que se llevan plásticos a las preparaciones endureciendo en ellas, no poseen las mejores características en este sentido, empero si algunos materiales se manipularan fuera de la boca en procesos de laboratorio, pueden lograrse mejoras en su resistencia mecánica, es el caso de las resinas compuestas procesadas en hornos bajo calor y presión, las porcelanas sinterizadas, y los metales llevados al estado de fusión y luego enfriados; como cada cavidad es única en diseño y tamaño dependiendo de cada caso clínico en particular, no es posible disponer de obturaciones de "stock" que se puedan insertar en ellas, por lo tanto se hace necesario disponer de técnicas que permitan tener reproducciones de las cavidades de las piezas dentarias y procedimientos técnicos con los que se puedan confeccionar las obturaciones adecuadas para ellas; que se conocen como "colados metálicos".

El proceso de colar un metal es esencialmente llevarlo al estado líquido y después vaciarlo en un molde de forma y dimensiones predeterminadas para que solidificando en él obtenga su misma forma y dimensiones, de esta manera se confeccionan lingotes metálicos, piezas para motores, herramientas etc. y en esos casos los moldes en que se vacía el metal se pueden usar más de una vez, esto es imposible en los procesos Odontológicos por la absoluta individualidad de cada caso, entonces uno de los problemas a solucionar es como hacer un molde específico para cada vez, esto se solucionó aplicando una técnica desarrollada por los antiguos egipcios para hacer estructuras metálicas en orfebrería, conocida como técnica de la cera perdida, la cual consiste en hacer primero una estructura de cera que tiene que poseer la forma y dimensiones exactas de lo que se pretende lograr en el metal, "envolverla" o revestirla con un material cerámico que resiste grandes temperaturas, conocido como material refractario, dejando algunos conductos de entrada y/o salida y luego derretir y quemar la cera, al hacer esto queda dentro del  material refractario una cavidad vacía que reproduce en negativo exactamente las dimensiones y formas del patrón de cera con una o mas comunicaciones hacia el exterior a través de las cuales se introduce un metal al estado líquido el cual se deja enfriar y una vez solidificado se procede a romper el material refractario que conformaba la cámara de moldeo obteniéndose así una estructura metálica igual a la estructura de cera ("patrón de cera") previamente hecha.
Los investimentos, o como algunos autores los llaman, revestimientos, son un tipo de materiales cerámicos resistentes al calor que están constituidos por un relleno de algún tipo de óxido de sílice (cuarzo, cristobalita, u otro), y por un material que forma una matriz que fraguando aglutina al relleno dando el "esqueleto" estructural del material. Para los colados que se utilizan en incrustaciones y coronas, principalmente tenemos de dos tipos. Los revestimientos aglutinados con yeso, y los aglutinados con fosfato. Existe un tercer tipo, con depósito de sílice (silicatos), que se utiliza en metales para base de prótesis removible.

El primero de ellos (con yeso) es el que se utiliza habitualmente para restauraciones de oro. El de fosfato, se utiliza para metales de uso en combinación con cerámica o de mayor temperatura de fusión.


REVESTIMIENTOS AGLUTINADOS CON YESO:

Están compuestos principalmente por un hemihidrato, fino y regular del tipo del yeso piedra y por una variedad de sílice.
Se utiliza el hemihidrato del yeso piedra porque da mayor resistencia, sirve de aglutinante manteniendo unidos los demás componentes y da rigidez. Normalmente el contenido varía entre 25 y 45% y de esto depende la resistencia mecánica del revestimiento en forma proporcional.
Si se usara sólo el yeso, existen dos problemas: el primero es que el yeso se transforma en hemidrato a los 110ºC por lo que perdería resistencia mecánica adecuada, además su comportamiento dimensional es variable y no permite contrarrestar efectivamente la contracción del metal, es así que, al ser sometido a temperaturas sobre los 400°C experimenta una contracción, y a los 700°C una ligera expansión, pero si se excede esta temperatura se contrae notoriamente y se descomponen sus elementos, por lo tanto no deben estos revestimientos calentarse temperaturas superiores de los 700ºC.

Para contrarrestar estas variaciones dimensionales inadecuadas, se les agrega sílice que en algunas de sus formas se expande por efecto de la temperatura. Las variedades de sílice se denominan formas "alotrópicas", ya que experimentan cambios en su estructura cristalina ("crecen"), de acuerdo a la temperatura que alcancen. Estas formas alternativas son cuatro: cuarzo, cristobalita, tridimita y cuarzo fundido. En Odontología nos interesan fundamentalmente las dos primeras.
El cuarzo, cambia su estructura cristalina alfa, a la forma beta a los 575°C, experimentando una expansión. De igual modo, lo hace la cristobalita entre 200 y 270° C, de esta manera contrarrestan la contracción del yeso del revestimiento. Así entonces se puede hablar de revestimientos de cuarzo y revestimientos de cristobalita.
Además de estos componentes, se les agregan modificadores como colorantes y agentes reductores, para brindar una atmósfera no oxidante al colar oro, tales reductores pueden ser carbón o cobre en polvo. Otros modificadores son el ácido bórico y el cloruro de sodio que ayudan a regular la expansión del investimento.

Tiempo de fraguado: Según la Especificación N° 2 de la A.D.A. éste no debe ser inferior a 5 minutos, ni superior a 25 minutos. La media es entre 9 y 10 minutos, pero esto está definido para una prueba de laboratorio, en la realidad es necesario esperar el fraguado final del aglutinante, el cual como el yeso  obliga esperar por lo menos 1 hora antes de seguir con el proceso.
Hemos hablado que los revestimientos sufren expansión y esta puede ser de tres tipos:

1) Expansión de fraguado.
2) Expansión higroscópica.
3) Expansión térmica.

1) Expansión de fraguado:
Es la que se produce normalmente al endurecer (fraguar) el yeso y se ve aumentada con la presencia de sílice. Esta expansión es la típica de los yesos, y se ve influida por la proporción de yeso en la masa; va también acompañada de exotermia que podría, según algunos autores, a su vez expandir la cera del patrón, pero hay que considerar que la exotermia se produce durante el fraguado inicial, instante en que la masa ya posee una cierta rigidez, lo que podría limitar la posibilidad de expansión de la cera. De todas formas la expansión de fraguado no debe ser mayor que un 0,5%.
2) Expansión higroscópica de fraguado:
Es aquella expansión que se produce en el investimento cuando este fragua en contacto con agua. Puede llegar hasta un 5% lineal. En la actualidad en nuestro país no se recurre a esta técnica, ya que son muchos los factores que lo afectan y de difícil control por el operador.
3) Expansión Térmica:
De los mecanismos de expansión es el más importante para nosotros, y es aquella que se produce al calentar un revestimiento, y está a cargo del cambio alotrópico de la modalidad de sílice que tenga dicho material. Si es cuarzo se produce menos expansión y ocurre a mayor temperatura. Lo contrario sucede con la cristobalita.
Según la Especificación N° 2 de la A.D.A., el porcentaje de expansión para los revestimientos debe ser mayor que 0,1% y menor o igual a 2%.
¿Qué factores modifican estos porcentajes?
Efecto de la proporción A/P: la expansión se asocia directamente con la cantidad de sólidos presentes, por lo tanto como estos revestimientos se mezclan solo con agua, preferentemente destilada, mientras más polvo haya presente mayor será la expansión.
Efecto de modificadores químicos: la sílice (cuarzo) tiende a debilitarse al ser calentada cuando se encuentra en alto porcentaje, no produciéndose la expansión requerida. Por estas razones, es que se agregan cloruros de sodio, potasio y litio que evitan contracción del yeso y ayudan a la expansión del revestimiento. Por otro lado el ácido bórico produce similares efectos y endurece el revestimiento, pero puede dejar superficie rugosa al colado.

Resistencia: Según la Especificación N° 2 de la A.D.A. la resistencia, a la compresión de los revestimientos no debe ser inferior a 2,5 Megapascales, 2 horas después de fraguado. Se ve modificada por la relación A/P de igual medida que los yesos y la presencia de cloruro de sodio reduce su resistencia. En términos generales, un revestimiento debe resistir la fuerza del metal al entrar en la cámara de moldeo.
Porosidad: es una propiedad que deben tener  estos revestimientos para poder permitir el escape de gases de la cámara de moldeo, debido a la entrada del metal. A mayor cantidad de yeso, menos porosidad. El tamaño de la partícula también influye en este aspecto, siendo lo más importante la uniformidad del tamaño de ellas.
Consideraciones Técnicas: el revestimiento se debe tratar en forma similar al yeso, en la que el almacenamiento se refiere, es decir, se protege de la humedad y se guarda en envases herméticos, también debe su contenido ser agitado antes de dosificarse con el fin de homogeneizarlo.
REVESTIMIENTOS AGLUTINADOS CON FOSFATO
Composición: al igual que los revestimientos, en base a yeso, éstos constan de rellenos refractarios y un aglutinante. El relleno llega hasta 80% y puede ser alguna de las formas de sílice, ya sea cuarzo o cristobalita, su propósito es proporcionar resistencia y expansión. El aglutinante está compuesto por óxido de magnesio (básico) y un fosfato de naturaleza ácida. Primero fue ácido fosfórico y luego sustituido por fosfato monoamoniaco.
Estos compuestos forman el polvo, el cual debe ser mezclado con un líquido que es una suspensión acuosa de sílice coloidal, en algunos casos al polvo se le agrega carbono para obtener colados más limpios, aunque no puede ser usado en colados que contengan paladio.
Fraguado y expansión térmica: como dijimos en los párrafos anteriores, el polvo puede ser mezclado con una suspensión coloidal de sílice o bien con agua o una mezcla de ambos. De acuerdo al líquido que utilicemos para el polvo, es que lograremos distintos tipos de expansión, en la medida, que lo requiera el caso, así podremos controlar desde una contracción hasta una expansión considerable. Así por ejemplo cuando se utiliza el líquido que entrega el fabricante al 100% de su concentración se logra la máxima expansión térmica y de fraguado.
Otra forma de regular la expansión, en este caso disminuyéndola, es aumentando la proporción líquido/polvo, que puede dar resultados similares a los descritos anteriormente. Pero también puede ocurrir contracción pero ésta es compensada y se debe (la contracción) a la descomposición del aglutinante que se acompaña de la percepción de olor a amoníaco (NH3) al descomponerse el fosfato de amonio y magnesio.


Tiempo de trabajo útil y fraguado: el factor más importante en este tipo de revestimientos es la temperatura. Toda vez que la temperatura se eleva, se acorta el tiempo de trabajo y fraguado. Igual cosa ocurre cuando aumentamos el tiempo de mezcla y ésta la hacemos en forma mecánica y al vacío. Lo ideal es hacer la mezcla lo más enérgica posible y en el mayor tiempo posible, dejando apenas tiempo para el investido. Todos estos procedimientos logran un colado más exacto y mejor tersura.

La otra variable es la relación líquido/polvo y ocurre lo mismo que en los revestimientos de yeso. Esto a su vez también permite una mejor textura superficial de colados.





B I B L I O G R A F I A




1. Craig, Robert G. "Materiales Dentales Restauradores". 7a. Edición. Ed. Mundi S.A.I.C. y F., Buenos Aires, año 1988.


2. Phillips. R.W. "La ciencia de los materiales Dentales de Skinner". 2° Edición, 1986, Ed.Interamericana, México 1987.

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